La terraza de este ático en plaza de Castilla tenía un problema de humedades por lo que el dueño, un gran amante de las plantas, se vio obligado a retirar todas sus plantas e impermeabilizar toda la cubierta. Aprovechando la circunstancia, nos encargó el proyecto de ajardinamiento que siempre había querido hacer, en el que debíamos reubicar sus plantas y asegurarnos de que no volvieran a provocarse humedades.
Se planteó todo un perímetro forrado de jardineras, donde jugamos con sus niveles y con las alturas de las plantas para conseguir que pareciera un jardín de verdad, pero teniendo cuidado para que eso nunca consiguiera tapar las espectaculares vistas de 360º.
Decidimos elevar todas las jardineras para que no estuvieran las plantas en contacto con el solado, y que mediante un sistema de filtrado del agua, desaguaran directamente al solado, esto nos permitió hacer algunas jardineras móviles para poderlas cambiar de ubicación según la estación.
Par la huerta se hicieron dos grandes jardineras un poco más elevadas para trabajar de forma más cómoda. Y con la misma forma que las jardineras incorporamos una pequeña fuente, para aportar frescor al conjunto.