Los clientes querían alterar lo menos posible la vivienda, conservar todo lo que se pudiera y estaban abiertos a lo que les fuésemos proponiendo. 
Con este planteamiento, empezamos a quitar capas para descubrir los materiales originales, y adaptamos el proyecto a lo que nos ibámos encontrando
Aparecieron unas “alfombras” de baldosas hidráulicas que encajaban perfectamente en la sala multiusos, y en el baño principal, se restauraron y se completó el pavimento de estas estancias con microcemento. 
En el salón y en la cocina se descubrió el ladrillo en algunas zonas y se pintó de gris clarito, en el salón además se tiró un tabique, y se conservó su moldura, así como las del resto del salón y dormitorio.
Los armarios, puertas, radiadores y elementos de los baños se conservaron, se restauraron y reubicaron también, así como el pino melis del salón.
El gran espacio central multiusos, resultado de eliminar el tabique del pasillo, se convierte en el centro de la vivienda, comedor, cuarto de juegos, zona de trabajo… un espacio del siglo XXI que contrasta con el clasicismo de la sucesión de salas del salón y dormitorio. 
El resultado fue una curiosa mezcla de antiguo y moderno.