Los clientes son un matrimonio amantes de la naturaleza y del sol. Buscaban una vivienda con mucha luz natural, una vivienda entre la naturaleza que les aislase del resto de viviendas del alrededor y de la carretera. También soñaban con diferentes terrazas y espacios para poder hacer una vida al exterior. Un jardín al natural, con amapolas y hierbajos naturales en primavera, y con pinocha en otoño.
El proyecto buscó cerrarse a la carretera y abrirse a la parcela. La parcela contenía cantidad de pinos protegidos y una gran caída del terreno hacia el Sur, por lo que la vivienda tuvo que ajustarse a los espacios libres dando lugar a una planta baja muy orgánica que se abría como un abanico al interior del solar y desarrollarse en varios niveles. Una planta llena de aberturas al exterior, inundada de luz y creando mil visuales entre todos los pinos. En la planta superior nos encontramos con un espacio más ordenado, siendo la terraza exterior la que acompaña al abanico de la planta inferior. Desde el exterior, por el contrario, la vivienda tiene un aspecto cúbico, rígido y cerrado.
El acceso de la vivienda se realiza por el nivel inferior del terreno por la fachada Norte. En este primer nivel nos encontramos la cocina con su tendedero exterior y el comedor con un gran porche exterior cubierto para los días de verano. En la misma planta se desarrolla otro nivel, a 0,5m por encima del anterior, ocupado por el salón, el estudio de pintura y una gran terraza exterior. Esta terraza se encuentra rehundida 0.5m sobre el terreno, proporcionando una visual que te introduce entre todos los pinos.
La escalera que comunica con la planta superior es el espacio más singular. Está cerrada solo en sus laterales, disponiendo de ventanales a Norte, Sur y un gran lucernario en la cubierta. Gracias a esta actuación conseguimos meter el cielo en la vivienda y una gran cantidad de luz. de Una vez arriba los dormitorios quedan a izquierda y derecha respectivamente y ambos tienen salida directa a la terraza Sur, a la altura y entre todas las copas de los pinos.
El proyecto buscó cerrarse a la carretera y abrirse a la parcela. La parcela contenía cantidad de pinos protegidos y una gran caída del terreno hacia el Sur, por lo que la vivienda tuvo que ajustarse a los espacios libres dando lugar a una planta baja muy orgánica que se abría como un abanico al interior del solar y desarrollarse en varios niveles. Una planta llena de aberturas al exterior, inundada de luz y creando mil visuales entre todos los pinos. En la planta superior nos encontramos con un espacio más ordenado, siendo la terraza exterior la que acompaña al abanico de la planta inferior. Desde el exterior, por el contrario, la vivienda tiene un aspecto cúbico, rígido y cerrado.
El acceso de la vivienda se realiza por el nivel inferior del terreno por la fachada Norte. En este primer nivel nos encontramos la cocina con su tendedero exterior y el comedor con un gran porche exterior cubierto para los días de verano. En la misma planta se desarrolla otro nivel, a 0,5m por encima del anterior, ocupado por el salón, el estudio de pintura y una gran terraza exterior. Esta terraza se encuentra rehundida 0.5m sobre el terreno, proporcionando una visual que te introduce entre todos los pinos.
La escalera que comunica con la planta superior es el espacio más singular. Está cerrada solo en sus laterales, disponiendo de ventanales a Norte, Sur y un gran lucernario en la cubierta. Gracias a esta actuación conseguimos meter el cielo en la vivienda y una gran cantidad de luz. de Una vez arriba los dormitorios quedan a izquierda y derecha respectivamente y ambos tienen salida directa a la terraza Sur, a la altura y entre todas las copas de los pinos.